REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE
JUZGADO DEL MUNICIPIO SAN JUAN DE CAPISTRANO DE LA CIRCUNSCRIPCIÒN JUDICIAL DEL ESTADO ANZOÀTEGUI


PARTE SOLICITANTE: La ciudadana YANET MARGARITA MAITAN, mayor de edad, soltera, con domicilio en las Casitas viejas de esta población, de profesión u oficio del hogar, portadora de la cédula de identidad Nº V-14.617.697, actuando como representante legal de su hijo JESÚS ALBERTO GUAINA MAITAN .

PARTE REQUERIDA: El ciudadano RAMÓN JOSÉ GUAINA, mayor de edad, con domicilio en el Sector Punto Lindo de esta población, de ocupación u oficio gandolero, portador de la cédula de identidad Nº V-14.337.937

MOTIVO: Obligación Alimentaria.

I
DE LOS HECHOS

En fecha 22 de Septiembre de 2006, la ciudadana YANET MARGARITA MAITAN, actuando en nombre de su hijo JESÚS ALBERTO GUAINA MAITAN, interpuso solicitud sobre pensión de alimentos en contra del ciudadano: RAMÓN JOSÉ GUAINA. De su solicitud se levantó acta respectiva, por la Secretaría del Tribunal, de conformidad con lo establecido en el artículo 511 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.

Argumentó la solicitante que no convive con el padre de sus hijos, y que el mismo no está cumpliendo con la obligación alimentaria que tiene para con sus hijos. Manifestó aspirar como obligación alimentaria para sus hijos la cantidad de CINCUENTA MIL BOLÍVARES (Bs.50.000,00) semanales, para comprarle los alimentos.


Con los recaudos presentados, por auto de fecha 26 de Septiembre de 2006, éste Juzgado admitió la solicitud y se ordenó citar al requerido, ciudadano: RAMON JOSE GUAINA, para que compareciera a dar contestación a la solicitud e instar a la conciliación entre las partes, (folio 04). Se libró en consecuencia, boleta de citación; e igualmente telegrama Nº 3760-14 a la Fiscal 15º del Ministerio Público, participando de la apertura del procedimiento.

En fecha 03 de Octubre de 2006, la solicitante YANET MARGARITA MAITAN, mediante diligencia solicitó a la ciudadana Juez de Municipio se Aboque al conocimiento de la causa.

En fecha 06 de Octubre de 2006, la suscrita Jueza de este Juzgado, se aboca al conocimiento de la causa ordenando notificar a la partes intervinientes de dicho abocamiento, a fin de que la causa sea reanudada a los 10 días hábiles siguientes de la notificación que de la última de las partes se haga. Así mismo, ordenó al Alguacil adscrito a este Juzgado, devolver boletas de citación librado al requerido en fecha 26 de Septiembre de 2006. El Alguacil consignó las boletas de citación (folios 07 al 09).

En fecha 11 de Octubre de 2006, el Alguacil, mediante diligencia consigna boletas de notificación firmadas por la solicitante y el requerido. (folios 10 al 13).

En fecha 01 de Noviembre de 2006, este Tribunal ordenar librar nuevamente boleta de citación al requerido a los fines que de contestación a la demanda. Se libró Boletas de citación (folio 14).

En fecha 07 de Noviembre de 2006, el Alguacil mediante diligencia, consigna boleta de citación firmada por el requerido. (Folio 15).

En fecha 08 de Noviembre de 2006, comparecieron la solicitante YANET MARGARITA MAITÁN y el requerido RAMÓN JOSÉ GUAINA y solicitaron de mutuo acuerdo se adelantara el acto conciliatorio para ese día y estando la Juez reunida con ambos, de acuerdo a las atribuciones que le confiere el artículo 516 de la Ley Orgánica para la protección del niño y del adolescente, intentó la conciliación entre ellos, desarrollando los principios rectores que en la materia dispone el artículo 450 ejusdem. Se concluyó la conciliación la cual se rigió en los términos siguientes: el requerido RAMON JOSÉ GUAINA, ofreció para su hijo JESÚS ALBERTO GUAINA MAITÁN la cantidad de TREINTA MIL BOLÍVARES (Bs.30.000,00) SEMANALES, además se comprometió a colaborar para comprarle las medicinas en caso de enfermedad. Así como, en el mes de Diciembre le dará una mensualidad adicional para los gastos de navidad. La solicitante YANET MARGARITA MAITÁN aceptó los términos del ofrecimiento realizado por el requerido. Ambas partes acordaron régimen de visita abierto. (Folio 19).

II
DEL DERECHO

Este Juzgador estando en la oportunidad de pronunciarse sobre el acto de composición procesal relativo a la conciliación celebrada en juicio, lo hace en los siguientes términos: En autos aparece acreditado el vínculo consanguíneo entre los conciliados y el referido niño, habido de la unión entre las partes, no sólo por haber sido reconocido expresamente por ellos, sino por aparecer probado, sin duda alguna, de la copia de la partida de nacimiento de la misma, la cual es apreciada como plena prueba de la filiación alegada.

Ahora bien, la obligación alimentaría es consecuencia de la misma filiación, sea matrimonial o extramatrimonial, como lo dispone el artículo 366 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, al establecer que:

“La obligación alimentaria es un efecto de la filiación legal o judicialmente establecida, que corresponde al padre y a la madre respecto a sus hijos que no hayan alcanzado la mayoridad. Esta obligación subsiste aún cuando...no se tenga la guarda del hijo, a cuyo efecto se fijará expresamente por el juez el monto que debe pagarse por tal concepto...”

Obligación ésta que se impone a cargo de los progenitores, aún cuando no esté legalmente establecida tal filiación, como se desprende del artículo 367 ejusdem, al disponer, que el establecimiento de la filiación resulte indirectamente de los supuestos allí previstos.

Y es que no puede ser de otra manera, pues la obligación alimentaria resulta necesaria para garantizar los derechos de niños y adolescentes, puesto que es la única fuente para cubrirles su manutención y desarrollo integral, precisamente por ello, el constituyente de 1999, acogiendo la doctrina de la protección integral contenida en la Convención sobre los Derechos del Niño, le dio rango constitucional a la misma, con lo que constituye un derecho humano de la beneficiaria, al establecer expresamente en el artículo 76, parte in fine del aparte único de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que:

“...La ley establecerá las medidas necesarias y adecuadas para garantizar la efectividad de la obligación alimentaria.”

Con ello, el Constituyente venezolano da cumplimiento a los compromisos internacionales contraídos con la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño, con la cual se obligó a adoptar medidas legislativas dirigidas a lograr la protección integral de la infancia y la adolescencia, teniendo claro que los progenitores son los responsables prioritarios y primordiales en ello, puesto que la mencionada Convención, dispone expresamente en su artículo 27 que:

“1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño, a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social.

2. A los padres...les incumbe la responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño.

3. Los Estados Partes tomarán las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensión alimenticia por parte de los padres...”.

Así las cosas, la obligación alimentaria, respecto de los padres cuya filiación está legalmente establecida, no requiere declaratoria de existencia previa, toda vez que es efecto directo de la filiación, debiendo garantizarse legal y judicialmente su efectividad a cargo de tales progenitores, o lo que es lo mismo garantizarse su cumplimiento; consecuentemente, el juez, sólo procede a determinar el monto que corresponde cancelar por tal concepto, por lo que, habiendo quedado probado el vínculo filial entre los niños y los conciliados, queda así mismo probada la obligación alimentaria toda vez que ésta es consecuencia directa de la filiación, respecto de cuyo quantum y cumplimiento aquellos fijaron las pautas que regirán la misma.

Sentado ello, es de advertir que la obligación alimentaria es de carácter personal, como se desprende, sin duda alguna, del artículo 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño, en concordancia con el artículo 366 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, con mayor contundencia y claridad, con rango constitucional, del artículo 76, aparte único, al disponer que:

“...El padre y la madre tienen el deber compartido e irrenunciable de criar, formar, educar, mantener y asistir a sus hijos...”.

Ahora bien, examinado el acuerdo entre los citados ciudadanos, tomando en consideración que, en el caso concreto, la guarda recae en cabeza de la madre, pero ciertamente bajo la vigilancia de ambos progenitores, así como bajo la orientación moral y educativa que aquellos le prestan, recayendo la obligación de asistencia material en los mismos, coadyuvando el mantenimiento de relaciones armónicas entre los co-obligados, a su desarrollo sano e integral, observando ésta Juzgadora, que lo planteado entre aquellos puede solventarse recurriendo a una comunicación armónica, que permita lograr soluciones equilibradas, en consenso, para resolver el desacuerdo que pueda ocurrir entre ellos y, considerando, igualmente, que la intención del legislador al establecer los acuerdos conciliatorios fue la de evitar procesos más traumáticos entre los responsables de los beneficiarios de dicha obligación, que pudieran influir negativamente en su desarrollo integral.

III
DE LA DISPOSITIVA

Analizados los argumentos de las partes y discutidos en presencia de la Juez las necesidades del niño JESÚS ALBERTO GUAINA MAITÁN, con relación a los medios de subsistencia de los padres y atendiendo a los intereses de dicho niño, dado que el acuerdo planteado no violenta el orden público, ni vulnera los derechos de aquella, tratándose de un asunto sobre el cual es posible la conciliación y, en virtud, de que tal acuerdo redunda en la economía y celeridad procesal, ésta Juzgadora le imparte su debida HOMOLOGACIÓN de conformidad con lo establecido en el artículo 375 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, teniendo como sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, y siendo que con este carácter adquiere fuerza ejecutiva. ASI SE DECLARA.

Por todas las consideraciones anteriormente expuestas, éste Juzgado del Municipio San Juan de Capistrano de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, Administrando Justicia en Nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley, HOMOLOGA EL ACUERDO planteado entre los ciudadanos YANET MARGARITA MAITÁN y RAMÓN JOSÉ GUAINA, portadores de las cédulas de identidad Nos. V-14.617.697 y V.-14.337.937 respectivamente, conforme al artículo 375 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. En consecuencia, particípese mediante telegrama a la Fiscal 15° del Ministerio Público de ésta Circunscripción Judicial, del acto conciliatorio celebrado entre las partes. ASÍ SE DECIDE.

Dada la naturaleza del fallo interlocutorio, no hay especial condenatoria en costas.

Dada, firmada y sellada en la sala del Despacho del JUZGADO DEL MUNICIPIO SAN JUAN DE CAPISTRANO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ANZOÁTEGUI, a los nueve (09) días del mes de Noviembre del año dos mil seis. 196º y 147º.

Publíquese y regístrese.

LA JUEZA PROVISORIA

Abg.HAYDELIS E. CASTILLO GARCÍA

LA SECRETARIA ACCIDENTAL

Abg.ERIKA AVILA SAUME

Se deja constancia que siendo las 12:05 de la tarde del día de hoy, se publicó y registró la anterior decisión interlocutoria dejándose copia certificada en el archivo del Tribunal, conforme a lo establecido en los artículos 247 y 248 del Código de Procedimiento Civil.

La Secretaria Accidental

Abg.ERIKA AVILA SAUME
Exp. PNA.2006-160
HEC/EAS